AMAR LO QUE HACES

"No tengo todo lo que quiero, pero hago lo que amo."

Algunos saben desde niños a qué profesión se quieren dedicar cuando sean otros no lo tienen tan claro y van dando tumbos para encontrar su vocación. De muy jóvenes tenemos que elegir aquello a lo que nos queremos dedicar para el resto de nuestras vidas. Esto resulta muy complejo ya que la adolescencia es un periodo difícil y de gran confusión. Aunado a este problema, está la falta del conocimiento necesario que nos ayude a elegir correctamente. Si tenemos suerte, recibimos unas pocas clases de "orientación vocacional" en la preparatoria y eso es todo.

Afortunadamente, ahora podemos elegir. En otros tiempos, como mujeres no teníamos oportunidad siquiera de pensar en estudiar y los hombres tenían que seguir la voluntad de sus padres. Así que no había mucho para dónde mirar: podías aprender el oficio de tu padre o algún familiar, para ganarte el sustento y con el paso del tiempo, lo enseñabas a otros; o bien, te dedicabas a lo que hacía falta para los intereses de la familia, ya fuera ser soldado, cura, o médico. No importaba si te gustaba ser herrero o no, si eras apto para ser soldado. Hacías lo que tenías que hacer y punto. Ya en pleno siglo xx mi abuelo decidió que de sus 2 hijos el mayor, sería abogado y el menor, contador. Obedientes, ambos estudiaron lo que su padre les dijo, pero el abogado siempre quiso ser arquitecto y el contador, abogado. Yo sí pude elegir, a los 17 años decidí que quería dedicarme a la abogacía y me inscribí en la carrera de derecho. Terminé y me titulé, pero no me dediqué a ello, la vida me llevaría por otros derroteros. Afortunadamente con el tiempo encontré lo que amo y a eso me dedico.

No le damos la suficiente importancia a la orientación vocacional. La vocación es esa inclinación por alguna profesión o carreta. Es necesario dar facilidades a los jóvenes para que exploren sus cualidades y las opciones que hay para desarrollarlas. El aplazar la decisión de elegir una carrera por un par de años más no cambiará mucho las cosas en términos de madurez. La orientación vocacional es un trabajo preventivo que proporciona los elementos necesarios para facilitar la mejor elección.

La doctora en Psicoterapia Clínica, Eva Marcuschamer, especialista en orientación vocacional y autora de los libros Orientación Vocacional, Orientación Educativa e Introducción a la Psicología, editados por McGraw Hill, considera que una de las crisis vitales más profundas del ser humano es elegir una carrera, sin embargo, son pocos los que buscan ayuda profesional. De acuerdo con la doctora Marcuschamer confían más en una prueba de Internet o alguien que les aplique una batería de pruebas psicológicas y les resuelva el problema diciéndoles qué carrera deben estudiar. Los adolescentes confían en el resultado como si de un adivino o profeta se tratara. De esta manera se ponen en manos de alguien que les decidirá su futuro y acaban con las molestias de pedir información, buscar papeles, y no les hace falta pensar ni tomar decisiones.

Desafortunadamente, de la misma manera que cuando buscamos que nos adivinen el futuro, los resultados son vagos: "Hay un hombre moreno en tu vida, ¿cierto? ¿Ah, no? Sí, ahora veo bien, es rubio ... ¿Tampoco? Mmm...". Los resultados de estos exámenes tienen mucha información pero nada concreta. Dan varias opciones que incluyen diversas carretas, lo que nos deja en la misma incertidumbre que cuando empezamos.

La doctora Marcuschamer señala que la paradoja de los adolescentes en el siglo XXI es la confusión que tienen frente a sus emociones. Cuentan con montañas de información sin estar preparados para comprenderla. De ahí se derivan las relaciones sexuales sin protección, las enfermedades de transmisión sexual, los embarazos, los trastornos de alimentación, el abuso de sustancias, etc. Todos estos abusos encuentran un terreno fértil entre los adolescentes, quienes ansían conocerse a si mismos, pero no saben cómo. Si la información se recibe sin la madurez adecuada en el tiempo erróneo, es imposible que la asimilemos. La doctora Marcuschamer invita a través de su libro, con 80 diversas actividades para que el adolescente desarrolle sus valores, sus intereses, el conocimiento de sí mismo, a unir lo emocional con lo intelectual a fin de poder cambiar y que el conocimiento que reciben los adolescentes a borbotones, tenga sentido y rinda frutos.

Definitivamente debemos amar lo que hacemos. El conferencista hindú Deepak Chopra menciona que si haces lo que amas, la abundancia económica vendrá por añadidura. Es indispensable dar la importancia necesaria a esta elección de vida y apoyar a los adolescentes a fin de que cuenten con las herramientas para hacerlo. Esto, sin duda, lejos de ser un gasto ahorrará muchos sinsabores y dolores de cabeza.

fernandadelatorre@contenido.com.mx https://twitter.com/FernandaT

De la Torre, Fernanda. "Amar lo que haces." Contenido, no. 569, Nov. 2010, p. 120+. Gale OneFile: Informe Académico, https://link.gale.com/apps/doc/A241779918/GPS?u=santaluisa_co&sid=GPS&xid=ff4f8fbf. Accessed 14 May 2020.